domingo, 17 de noviembre de 2013

Respirando

Inspirar igual a introducir aire en los pulmones, del que extraeremos el oxígeno.
Espirar igual a sacar el anhidrido carbónico de nuestro cuerpo.
Esto es lo que todos tenemos en nuestra mente, porque nos lo han repetido desde pequeñitos, en el colegio, una y otra vez.
Pero nos hemos parado a preguntarnos cómo se realiza todo este proceso, o quién o qué estructuras lo realizan.
Pues bien, el mecanismo de la respiración se produce de la siguiente manera.
Nuestro Diafragma, ese gran músculo que tenemos en la mitad de nuestro tórax, y que nos divide el cuerpo en dos cavidades: la torácica (la de arriba), y la abdominal (la de abajo); es el músculo que debemos utilizar para inspirar. Existen otros que le ayudan, pero sin dudar éste es el principal y el que necesitamos cuidar para que todo funcione de manera adecuada.
El diafragma baja hacia la cavidad abdominal, en este recorrido tira de las pleuras (son las envolturas de los pulmones) hacia abajo, esto crea una presión negativa dentro de los pulmones, lo que obliga a la entrada de aire en ellos, Inspiración.
El aire entra y llega a través de los bronquios hasta los alveolos, que es donde se produce el intercambio gasesoso.
Una vez producido este proceso, el diafragma de una manera casi automática, gracias en parte a la elasticidad de los tejidos, vuelve a su posición, las vísceras que con su descenso ha movido, retornan también a su lugar de origen, (agradeciendo ese movimiento que permite que esas vísceras mejoren su función), y el aire sale en lo que denominamos espiración.
A grosso modo el arte de la respiración funciona de esta manera.
Pero durante estos momentos ocurren muchas acciones dentro de nuestro organismo, por ejemplo, ese movimiento de vísceras que os he descrito.
Sabemos que el movimiento es salud, todo lo que no se mueve se estanca.
Nuestras vísceras necesitan movimiento para realizar las actividades para las que están diseñadas, órganos como el hígado, intestinos, útero, vejiga, riñones..... necesitan mantener esa movilidad para evitar "estancamientos" que degeneran en patologías.
Y este movimiento, este masaje continuo, se lo debemos en una parte muy importante al buen funcionamiento de nuestro Diafragma, de nuestra Respiración. Ésta es la que nos va a dar la vida, y es éste el proceso sobre el que deberíamos centrar nuestra atención durante esta semana.
Vamos a dedicarle unos minutos cada día de esta semana a valorar nuestra respiración.
Cómo lo hacemos??, Nos cuesta??, Qué sensación me produce??? Ansiedad?? Relajación??? Es corta y rápida??? Es lenta y pausada???
Sentir ese momento respiratorio vuestro y disfrutar de generar movimiento, de vivir.
Gracias por estar ahí. PIlartes

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